¿Quién dijo que el email marketing ya no es efectivo?

¿Sabías que en 1971 fue cuando el Ingeniero estadounidense Ray Tomlinson envió el primer correo electrónico? No fue hasta 1978 cuando se envió el primer anuncio (en una red gubernamental y universitaria).

¡Un medio de comunicación virtual que existe hace más de 40 años! Podríamos pensar que ya está obsoleto. Con la “reciente” aparición y rápida expansión de las redes sociales, las aplicaciones de mensajería instantánea… ¿Quién puede pensar que un email puede ser útil para la promoción y publicidad de productos o servicios? Yo.

El email marketing o emailing es una herramienta perteneciente a la rama del marketing directo donde se usan los correos electrónicos con fines informativos y, en última instancia, comerciales.

En este punto de la introducción, es fundamental tener claro un concepto llamado privacidad. Ningún usuario tiene que recibir un email por el que no haya mostrado interés. En caso contrario, podríamos caer en el error de convertir nuestros mensajes en spam con la consecuente repercusión negativa que tendría en la reputación e imagen de nuestra marca. Obtener el permiso de quien pertenezca a tu lista de clientes potenciales es una obligación moral y normativa.

Quizás te preguntes, ¿cómo conseguirlo? Hay dos opciones que suelen tener un resultado positivo con base en si la primera toma de contacto es presencial o es virtual:

  1. En caso de que sea presencial (por ejemplo, en una sesión de networking empresarial) lleva una lista en blanco con datos sencillos y fáciles de obtener en una conversación profesional como el nombre de la persona, la compañía para la que trabaja (importante si tu email marketing está enfocado en B2B y no en B2C), correo electrónico y firma. Para no perturbar demasiado la paciencia de la persona que tienes en frente, rellena tú mismo los tres primeros campos y el último que sea firmado por él o ella. Coméntale que le harás llegar información por ese medio. ¡Voilà!
  2. Si opuestamente la primera toma de contacto fuera en tu web site, en alguna red social…, ofrece algún tipo de beneficio que le pueda cautivar. No pienses solo en ofertas o regalos, simplemente llama su atención con información que pueda ser útil para él o ella. Por ejemplo, “¿te interesa saber cómo aumentar tus ventas gracias al uso de [lo que ofreces en tu negocio]? Más información vía email”.

Una vez obtenido el consentimiento, llega la hora de redactar el correo. Lo puedes hacer de manera tradicional, insertando algún tipo de información visual (imágenes, videos…) como plus en su atractivo, o como un boletín de negocios que periódicamente va a llegar al interesado hasta que, si así lo desea, elimine su suscripción.

Mi recomendación es que te apoyes con una de las numerosas plataformas gratuitas que están disponibles en la web: Mailchimp, Mailify, Mailrelay… Donde no solo puedes desarrollar templates o plantillas previamente diseñadas y personalizables con cualquier tipo de contenido, sino que además puedes gestionar tu red de contactos (añadiendo nuevos o segmentándolos por el criterio que desees) y analizar métricas de conversión como el número de veces que han abierto el correo (si es que lo han hecho), que han dado clic a los enlaces del contenido o que han eliminado su suscripción, entre otras variables.

Son herramientas eficientes que te ayudarán en la gestión comercial siempre y cuando tengas certeza en el mensaje que quieres hacer llegar y la estructura del mismo.

  • Remitente. Si tienes la opción de elegir las palabras que aparecerán en este campo (que no sea la mera dirección [email protected] ya que pueden no recordar quién eres), mucho mejor. Prueba con el nombre de tu negocio o el tipo de necesidad que solventas (algunos ejemplos, Soluciones integrales de consultoría o Decoramos tu evento más especial).
  • Asunto. Es el primero de los factores de atención más importantes del receptor, sobre todo ahora que somos muchos (por no decir la mayoría) quienes leemos los emails en un smartphone o en una tablet. En el momento de recibirlo, lo que podemos ver en el display, es el remitente y el asunto. Úsalo para motivar la apertura y la lectura del correo. Palabras como “gratis” o “ganaste” ya no son tan efectivas, así que evítalas.
  • Cuerpo. No te equivoques con el contenido y empieces ofertando tus productos o servicios o el email automáticamente será cerrado. Aporta información valiosa, que les reporte interés sustancial como para seguir leyendo. Guarda especial atención al formato electrónico usado; no todos van a estar preparados para recibir un lenguaje programado a la vanguardia de un iPhone o un Samsung.
  • Cierre. Además del obligatorio link para eliminar la suscripción, información de contacto telefónico o de visita (dirección postal) es esencial para que aquella persona que requiera más detalles sobre tu oferta, pueda comunicarse contigo.

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