Para ser empresario, sé un “Angry Bird”: juegos para desarrollar el pensamiento estratégico

En los años 80, cuando llegó Atari, la primera consola de videojuegos que se podía tener en los hogares, en vez de acudir a las máquinas Arcade de la tienda de la esquina. Los padres de aquel entonces, sobreprotectores en cuanto a la educación de sus hijos, se preocuparon de que aquellas costosas e inútiles “cosas” contribuyeran a la holgazanería de sus futuros profesionistas. A pesar de que su predicción ocurriría en casos especiales, sobre todo en jóvenes con problemas de socialización, la verdad es que mientras se entretenían salvando a la hermosa chica de un peligroso gorila lanzador de barriles, sus cerebros desarrollaban habilidades cognitivas a una velocidad más eficiente que en un salón de clases, como lo son:

  1. Razonamiento: las funciones organizadoras relacionadas con la lógica, la estrategia, la planificación o la resolución de problemas.
  2. Funciones ejecutivas: que se encargan de poner en marcha, organizar, integrar y manejar las capacidades cognitivas mencionadas para conseguir un objetivo.
  3. La capacidad que tenemos para realizar movimientos voluntarios, intencionados y organizados.
  4. Orientación: el conjunto de múltiples recuerdos ligados a nuestros conocimientos para tener conciencia de nuestra persona y situación en el espacio y tiempo.
  5. La capacidad de relacionar un sistema de códigos con significados de objetos del mundo exterior, así como sus acciones, cualidades y relaciones entre los mismos.
  6. El proceso o conjunto de procesos que nos permiten codificar, almacenar y recuperar la información una vez que está “ha entrado” en nuestras neuronas.
  7. Comprensión: el conjunto de procesos que implica análisis, crítica o reflexión para “entender” la información que recibimos.
  8. Atención: la modulación de los componentes percibidos, el proceso de elegir qué estímulos vamos a captar.
  9. Percepción: la obtención de cualquier tipo de información de nuestro ambiente, el proceso de codificar y coordinar diversas sensaciones para darles un significado.
  10. Metacognición: la capacidad de controlar, dirigir, mejorar y aplicar la resolución de problemas sobre el resto de las capacidades cognitivas.

Estas habilidades cognitivas no eran reconocidas sino hasta el año 2006 con la llegada del Wii, la primera consola interactiva de Nintendo: por primera vez un videojuego incitaba al movimiento corporal, cambiando para siempre el ocioso modo de estar sentado con el control en la mano, y también se volvió accesible para un público marginado en este medio: los adultos. Ahora no sólo juegan los hijos, también los padres y hasta los abuelos, ya que instituciones médicas especializadas, como la American Physical Therapy Association, recomendaron el Wii como un tipo de terapia física por contener videojuegos que simulaban jugar tenis o practicar yoga de verdad, cuyos beneficios redituaban, por ejemplo, en la reducción de problemas cardíacos o rehabilitaciones de personas con parálisis cerebral.

Los videojuegos interactivos y más prácticos no solo beneficiaron los ámbitos de la familia y de la salud, sino también el empresarial, y es que el verdadero acercamiento entre los adultos y los videojuegos sucedió cuando estos llegaron al teléfono. Si una vez por accidente o curiosidad observaste las aplicaciones instaladas en el smartphone de un empresario actual, pueda que te inmutes de que posee al menos un videojuego, seguramente del género estratégico. Este tipo de videojuego tiene la gracia de no ser repetitivo y hacer pensar al participante, como señala Interaxion, el programa educativo enfocado a formar personas, principalmente adolescentes, en el uso responsable de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como Internet, redes sociales y videojuegos.

La fórmula de estos videojuegos estratégicos, según Interaxion, es el “reto”, que a través de distintas estrategias se consigue un objetivo que conforme avances de nivel, se vuelve más complicado.

Es importante destacar que en estos juegos el elemento aleatorio (o también llamado “suerte”) cuenta poco o casi nada. Si la persona no se pone a pensar, no supera el desafío que el juego propone”, dice el sitio web del programa.

También de alguna manera los videojuegos están ligados a la Teoría de Juegos. De acuerdo a la revista de mercadotecnia Mercadeo, la teoría “es una herramienta o instrumento de análisis que muestra mediante una matriz los posibles resultados”, cuya aplicación se puede dar en juegos de mesa, negociaciones entre agentes económicos y estrategias corporativas. Esta teoría es utilizada por disciplinas como las matemáticas, la economía y la administración desde mediados del siglo XX para explicar el comportamiento estratégico humano.

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