Saber dónde cerrar una negociación es clave de éxito

Cerrar un trato importante siempre es consecuencia de un arduo trabajo.

Interminables reuniones con el Gerente de Ventas de un nuevo proveedor negociando precios y términos legales, llamadas interminables con el Jefe de Compras de una nueva materia prima estableciendo plazos de pago… Sin duda, no quieres que el final se estropee bajo ninguna de las maneras. Esto es fácil de controlar cuando todos los factores que intervienen dependen de ti pero…, ¿y si la otra parte contractual decide que lo mejor es zanjar dicho acuerdo fuera de la oficina? En ocasiones es preferible hacerlo así, sobre todo cuando se trata de un importante stakeholder con el que es una obligación el quedar bien. La pregunta es dónde ir.

Antes de que llegue ese día tan esperado ten pensada una lista de lugares potenciales a los que puedas acudir. No le conoces en su vida personal por lo que no sabes qué tipo de sitios le pueden hacer sentir a gusto; ni qué gastronomía es la que más aprecia su paladar, ni qué tipo de música es la que más le relaja… Sería un problema dejarte guiar por tus instintos. Definitivamente tus gustos y los suyos puedes ser antagónicos.

La buena gastronomía es algo que a todos nos gusta y nos reporta mucha satisfacción; pocos prefieren junk-food made in USA antes que un selecto menú de comida hecho en México. Recuerda que tradicionalmente y desde hace siglos los latinos celebramos los mejores acontecimientos alrededor de una mesa, desde la cena de Navidad hasta el cumpleaños de la suegra (también es un gran acontecimiento, ¿o no?). Aprovecha que como mínimo esto tienes en común con él.

Con las siguientes recomendaciones acertarás con el sitio idóneo para sorprenderle y, lo que es más importante, cerrar un trato de negocios exitoso y rentable para tu compañía.

Revisa su información pública de Facebook

Si tienes la suerte de que esté entre los 47 millones de usuarios activos mexicanos de Facebook y encuentras su perfil, revisa la información pública. Recuerda que esta red social, por defecto, hace que tus fan pages y grupos de restaurantes, películas, artistas y otros datos de interés general sean susceptibles de verse por todos a no ser que el propio usuario defina lo contrario (y somos pocos los que lo hacemos).

Si le gusta un restaurante de cortes argentinos (se identifica fácilmente con el nombre del establecimiento…, gaucha, criolla y palabras similares siempre lo acompañan) no dudes en ganártelo con el sentido del gusto; jamás fallará si es algo que la otra parte aprecia tanto.

¿Sigue a una conocida pareja de jazz de los EE. UU.? Busca rápidamente un local que ofrezca música de ese género, reserva la mejor mesa y pide una canción de esos artistas. Regalarle el oído será señal de bienestar y más acompañado de un buen platillo.

Twitter e Instagram son mejor opción

Twitter es la segunda red social que usa cualquier internauta en nuestro país. Su gran ventaja: es 100% pública; lo más relevante son los tweets escritos por el usuario y los perfiles a los que es afín. Entra en esta sección tan interesante que te mostrará desde sus ideologías (para saber qué temas NO tratar en la mesa) según los periódicos o personajes políticos que le gustan, hasta lo que detesta en base a las plataformas u organizaciones con las que es partícipe.

Si no usa Twitter o eres incapaz de encontrarlo, prueba con Instagram que es la que sigue en número de usuarios activos. Si localizas sus fotos, ¡ya la hiciste! Porque siendo honestos, entre tú y yo, ¿nunca has subido una foto de uno de tus platillos favoritos?

Gánate al que esté como segundo al mando

Las anteriores opciones no fueron efectivas. Seguramente en todo el periodo de negociación no haya sido solo con esa persona con quien te hayas comunicado. Su secretaria, el subgerente, el becario que siempre toma tus llamadas… Aprovéchalos. Revisa el último email de la cadena infinita que se enviaron o una llamada hecha por ti “por error” y con confianza di que en nombre de tu empresa y en honor al invitado quieres llevarle al mejor lugar de la ciudad y como esa decisión depende de ti, no te gustaría fallar en el intento. Le vas a decir que el día que se celebre esta comida o esta cena vas a mencionar su nombre en agradecimiento. Cualquiera se apiadará de ti.

Sé buen anfitrión

Nunca olvides que el cierre de una negociación beneficia a más de una parte. Pero para ti es el comienzo de una larga relación contractual que no quieres que a corto plazo se acabe.

Hazle sentir en casa, que elija qué se debe tomar y a poder ser qué quiere comer.

Y por supuesto, la ronda va por tu cuenta.

¿Y tu, en que lugar cerraste una venta importante con un cliente serio?

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