Como han señalado muchos encuestados, las nuevas funciones suelen ralentizar un sitio web, pero sólo en circunstancias específicas.
WordPress – y las demás plataformas y frameworks de aplicación web – generan páginas web renderizadas en el navegador con HTML, CSS y JavaScript (junto con otros activos como imágenes y fuentes). Estas se procesan en función de criterios dinámicos computados con PHP, JavaScript del lado del servidor y consultas SQL a la base de datos (obtención de posts, datos de usuarios, comentarios, taxonomías y otras opciones).
Añadir nuevas características (mediante plugins o snippets adicionales) da lugar a un código adicional que debe ser ejecutado y procesado para proporcionar la nueva funcionalidad.
Algunas de esas características pueden ser diminutas, y añadir una carga insignificante a tu sitio (hablando de nanosegundos). Otras son mucho más complicadas, y podrían aumentar el tiempo de carga con cualquier lugar de 100ms a 1-2 segundos. Buenos ejemplos de ello son los plugins multilingües, las soluciones de comercio electrónico, las plataformas LMS y otras que se añaden a WordPress a medida que la base de datos crece y requiere más tiempo para examinar los datos y proporcionar los resultados correctos.
A menudo, esas características son esenciales para un negocio. La buena noticia es que existen estrategias exitosas para optimizar un sitio web de WordPress que permiten comprimir imágenes, combinar y minificar scripts y estilos a fin de reducir las solicitudes HTTP y el tamaño de una página, almacenar en caché recursos en varias capas diferentes, utilizar una red de entrega de contenido y más.
Un concepto erróneo común en el espacio de WordPress es que el número de plugins está directamente relacionado con el tiempo de carga del sitio web. De hecho, un plugin puede ser lo suficientemente complejo y pesado como para superar el número de docenas de plugins pequeños y simples que sólo se ejecutan en determinados casos (y en pantallas específicas).
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