México a la expectativa del 45o. mandatario de Estados Unidos que aún no hace la toma de poder de la Casa Blanca y ya se especulan momentos críticos para nuestro país.

La periodista especializada en telecomunicaciones y competencia económica, Darinka Rodríguez, nos comparte su punto de vista respecto a la llegada de Trump a la presidencia y como se verá influenciada la economía de México tras este cambio de poder.

Una recesión importante

Hay un panorama desastroso en México por el triunfo de Trump. Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, denota que el PIB de México empobrecerá 3 por ciento, mientras que el tipo de cambio se podría proyectar a 24 pesos por dólar americano.

La importancia de la situación se encuentra en lo que significan las exportaciones de México, alrededor de 25 por ciento del PIB y aproximadamente el 75 por ciento de ellas tienen como destino Estados Unidos. Siller indica que:

Si Trump trata de renegociar el TLCAN utilizando carentes medidas diplomáticas (como ordenar revisiones aplazadas a la mercancía proveniente de México) o si el congreso de EU autorizara su salida, entonces el escenario sería muy difícil para México desde el inicio

Muros físicos y económicos

Los muros que pretende construir no sólo son de concreto, sino también muros económicos, Trump no sólo hace alusión a las exportaciones y acuerdos comerciales, también al envío de remesas que envían los mexicanos desde Estados Unidos.

Ludovic Subran, economista en jefe de Euler Hermes nos comenta que el impacto de la pared económica entre México y Estados Unidos, es que no habrá un ingreso de divisas como antes, lo que crea una posición riesgosa para México ante la posibilidad de incumplir con el pago de su deuda, y por ejemplo, habría una repatriación de capitales hacia Estados Unidos.

“Tras la construcción del muro Trump hablará de cómo dicho proyecto ha influenciado a la creación de empleo y la reducción de la delincuencia. Al tiempo que incrementara e impulsara la fuerza de deportación de Estados Unidos y el número de personas que deporta”, comenta Subran.

Finalmente, Siller asegura que el gobierno mexicano tendrá que imponer programas para disminuir el golpe de la caída de las exportaciones. “El mayor riesgo y tasa de interés desincentivaría aún más a la inversión y al consumo, que también se verían afectados por la caída en la confianza de los consumidores y por el empeoramiento de las expectativas”, finaliza.

El gobierno mexicano aún no presenta un plan concreto, y admite estar ante un escenario “poco familiar” e inseguro. Cada día significará un nuevo reto en la toma de decisiones de política económica.